jueves, 31 de marzo de 2011

SOBRE ACUSACIÓN A ARTISTA CUBANO AGUSTÍN BEJARANO EN MIAMI

Elsa Mora

Queridos amigos:
Como saben Bejarano está encarcelado en Miami, Florida, por algo que ha sido realmente increíble para quienes lo conocemos.
Yo acabo de hablar con Aziyade hace unos minutos y me dio detalles que son muy importantes. Es mi deber el comunicarme con todos para dejarles saber.
Aziyade está extremadamente ocupada lidiando con abogados y haciendo todo para ayudar a Bejarano, por eso ha sido difícil para ella escribir y estar en contacto con todos. Pero aquí explico las cosas que hablamos.
El hecho es que Bejarano y ella fueron a la celebración de los 80 años de su abuela el 20 de Marzo. Estaban pasándola bien, todo tranquilo (nadie estaba borracho ni nada por el estilo). Solo jugando dominó, mirando la television, dibujando… En eso Bejarano fue al baño a orinar, en cuestión de segundos el niño de 5 años, un niño inquieto y muy activo abrió la puerta del baño y un poco agresivamente y en tono de juego quiso tocar los genitales de Bejarano, quien sorprendido inmediatamente lo sacó del lugar.
Esto pasó en cuestión de segundos. Entonces Bejarano se unió al resto de la gente y todo siguió normal, lo del niño quedó como un incidente inesperado pero a la vez insignificante, eso fue todo.
El caso es que varios días después, sin aviso alguno, la policía se presentó a detener a Bejarano por abuso infantil.

Por supuesto él pensaba que todo era un error pero no se podía imaginar que sería puesto en la cárcel. El ya le había contado a Aziyade lo del incidente del niño a todas estas.
Ahi fue cuando ella empezó a darse cuenta de que algo muy raro estaba pasando. Los padres del niño esperaron varios días para presentar el caso a la policía, no hicieron nada por contactar a Bejarano o a ella. Aziyade entonces fue a conversar con el padre del niño y se topó con que estaba nervioso y tímido a la vez, como confundido. Todo parece indicar que este es un caso fabricado tristemente por dinero. Lo cual es muy común aca.
La prensa sacó una versión muy diferente, ellos dicen que Bejarano entró al cuarto del niño y le mostró sus genitales, etc. Aziyade afirma que es todo una fabricación ya que ella estaba allí y recuerda todo en lujo de detalle, todo ha pasado muy rápidamente. Poco a poco ella ha ido investigando y resulta que el papa del niño en cuestión abandonó Cuba hace tiempo y no tiene trabajo en Miami, su propio padre está preso en la isla por matar a otra persona. Sus antecedentes son dudosos.
Aziyade no ha podido hablar con Bejarano desde la detención, lo cual es muy duro para ella.
Hoy por primera vez Bejarano tendrá la visita de un abogado con experiencia y empezará a ser representado.
Aziyade está extremadamente triste pero firme y fuerte como todos sabemos que ella es. Al final de nuestra conversación no pudo evitar llorar porque todo esto es muy doloroso pero le dejé saber que quienes los conocemos por supuesto que estaremos apoyándolos. Yo le prometí ponerme en contacto con todos para dejarles saber lo que está pasando.
Ella planea quedarse acá hasta Sept. cuando se vence su visa, ahora mismo es ella contra el mundo, la prensa está siendo brutal. Ya se imaginan la presión por la que está pasando. Ayer ella habló con los niños en Cuba y principalmente el mayorcito está mal, porque parece que los otros niños en la escuela hablan del caso y eso es hiriente.
Si ustedes quieren, pueden escribirle para ofrecerle apoyo moral, lo va a necesitar mucho. Los que somos padres y madres sabemos cuán traumático es todo esto. El solo hecho de imaginar que los niños no podrán ver más a su papá (esa es una posibilidad) me parte el corazón. Será difícil para ella escribir individualmente pero pienso que cualquier gesto ayuda. Sobre todo en Cuba y los niños. Que ellos sientan apoyo, esto no es fácil para ellos. ¡Yo les mando un abrazo grande!


(Por favor manden este mensaje a sus amigos. Esta es la única modesta manera de dejar saber lo que realmente está pasando)

miércoles, 30 de marzo de 2011

LAPIDANDO A YOANI SÁNCHEZ, OTRA VEZ…

Ernesto Pérez Castillo

La Yoani, que ha lanzado al viento alaridos y quebrantos porque la televisión cubana la mostró al mundo reuniéndose con funcionarios de la Oficina de Intereses norteamericanos en la Habana (SINA) y con diplomáticos de otros países plegados al mandato de Washington contra Cuba –cosa que ella afirma ser una “lapidación”–, no ha encontrado mejor manera de desmentir el asunto que salir corriendo a besar la mano del ex presidente Jimmy Carter.
Ahora resulta que para la blodeguera, Carter fue “el primer presidente norteamericano contra el que grité una consigna”. Decididamente, esta muchacha fue una niña precoz, y mereció que le entregaran la roja pañoleta de pionera antes que le tocara, pues Carter asumió la presidencia de los Estados Unidos en 1977, y para entonces la Yoani estaba cumpliendo apenas dos añitos… pero bueno, con ella todo puede ser, no hay que olvidar que según ha publicado en su blog, ella vive en el piso catorce, junto a su esposo, desde que tenía nueve años…
En todo caso, ciertamente, para 1980, el momento en que finalmente Yoani se sentó en un pupitre de preescolar, Carter aun era presidente, y como ella afirma, todavía comandaba “las fuerzas armadas de Estados Unidos”. De hecho, su principal movida como tal fue la Operación Garra de Águila, aquel desastroso intento de rescate de los rehenes norteamericanos en Irán, que terminó en el abandono a toda carrera de importantes medios de guerra en el desierto iraní, junto a cinco cadáveres, cuando aparecieron las tropas elites de los Guardianes de la Revolución.
Carter, además, cumple los requisitos mínimos para que la blodeguera le preste su atención. Él también es un ex agente de los servicios de inteligencia norteamericanos, pues su carrera comenzó en la Office of Naval Intelligence, la más antigua de las organizaciones que integran la corporación de inteligencia de los Estados Unidos, y que cuenta entre sus méritos principales el haber estado involucrada en el hundimiento del acorazado Maine el 16 de febrero de 1898, en el puerto de La Habana, pretexto que usó el gobierno yanqui para intervenir en la guerra cubano-española y arrebatarnos aquella independencia, en la que ha sido considerada la primera acción del imperialismo capitalista.
Para colmo, y de su puño y letra, Yoani ha redactado un mensaje que entregó a Carter junto al cucurucho de maní más caro del mundo. Sí, porque eso le entregó al ex presidente, un puñado de granos de maní tostado, a cambio de los 62.24 millones de dólares solicitados por la Casa Blanca al Capitolio para financiar sus políticas contra Cuba durante 2012, sumadas las partidas de la SINA, su oficina rectora en Washington, la USAID y Radio TV Martí.
El gesto de entregarle a Carter un puñado de maní, además de ridículo, muestra otra vez la enorme capacidad de la “disidencia” para la genuflexión y el lamebotismo de alto vuelo. Todo el asunto se basa en que el negocio familiar de los Carter siempre fue el maní, y a la blodeguera no se le ha ocurrido nada más original, para congraciarse con el “americano bueno”, que regalarle leche a la vaca.
Así que ya la Yoani podrá quejarse de que, además de todo lo demás, por la sonrisa boba con que saludó a Carter, ahora en La Habana la van acusar de carterista.

martes, 22 de marzo de 2011

CUANDO ERNESTO HERNÁNDEZ BUSHTO SE DIVIERTE

Ernesto Pérez Castillo

El representante al otro lado de la mar océana de Yoani Sánchez, Ernesto Hernández Bushto, no sabe o no puede o no le conviene quedarse callado… y aplica a pie juntillas aquello de que no tener nada que decir no es motivo para callarse.
Claro es que a él mal que bien le pagan, si no por argumentar, al menos por hacer ruido, como lo acaba de demostrar al colocar en su blog un enlace a Cambios en Cuba (cambiosencuba.blogspot.com) y al hacerlo titular su link: “Caca, pipi, culo, Gadafi…”
Sería porque estaba aun bajo los efectos de las cervezas que Bush le convidó, o porque no tenía ninguna otra idea peor de la que echar mano, el caso es que pinchando en su enlace se accede al artículo “Mercenarios cubanos propician invasión a Cuba”, donde junto a otros asalariados del gobierno norteamericano, se le denuncia como instigador de una posible agresión con la Isla, acción por la cual ha clamado en más de una ocasión.
Claro que él no está en La Habana sino en Barcelona, y por tanto las bombas no caerán sobre su casa, como sí han caído en estos días sobre las decenas de civiles libios que han sido asesinados por los misiles Tomahawk de la OTAN, y ante la evidencia fotográfica del crimen, el valiente Bushto solo atinó a postear: “Divertida pifia de Cubadebate, que publica unas fotos de las supuestas primeras víctimas libias de los ataques de la OTAN”.
¿Qué puede haber de divertido en el horror de la guerra? ¿Cuánto cinismo y mala leche hay que tener para hablar de pifias cuando corre la sangre de la gente?
En fin, qué más se le puede pedir, si esa es la calaña de los tipos que los que malquieren a Cuba se pueden pagar.

miércoles, 16 de marzo de 2011

LAS SINRAZONES DE YOANI SÁNCHEZ


En video: la difamación contra Dagoberto Valdés, según Yoani

Ernesto Pérez Castillo

Es un hecho: el programa “Las razones de Cuba” ha hecho que Yoani pierda la razón. Así lo atestiguan sus desesperados mensajes en Twitter, que comenzaron en ráfaga no más concluir la emisión televisada de las denuncias cubanas sobre el aupamiento y soporte del gobierno norteamericano a su criatura de lujo, la supuesta disidencia en la Isla.
Estos son algunos de sus textos, que aun pueden leerse allí: “Que programa tan aburrido y mal intencionado acaban de poner en la tele oficial! / Atacaron con fuerza en el programa de la tele oficial a Dagoberto Valdes / Estas son las lapidaciones publicas de las que les hablaba, sin derecho a replica para la victima de la difamacion / Mande sms a mis contactos: Lapidacion en TV contra DV prueba cuanto le temen, opongamos a la difamacion nuestra solidaridad con el / Es muy facil difamar y mentir contra otros, cuando se esta protegido por anonimato o por el poder de un gobierno. Asi no se vale!”
Pero para contar el cuento bien, como para todo, hay que comenzar por el principio. La televisión había anunciado que el título del programa sería “Mentiras bien pagadas”, y eso explica la reacción de Yoani Sánchez al concluir la transmisión, porque en Cuba no hay nadie más mentiroso ni mejor pagado que ella misma, y por lo tanto se ilusionó con que la protagonista de la pequeña pantalla el lunes sería ella, y llamó a los cuatro amigos que tiene y les puso sobre aviso, para que no se perdieran su debut televisivo.
Calcúlese cuál sería la magnitud de su frustración al concluir la transmisión y, con las manos sudorosas, comprobar que la habían ignorado del todo, y le habían dedicado el programa casi exclusivamente al mercenario Dagoberto Valdés.
Entonces fraguó su venganza pérfida, solapada en su defensa de Dagoberto vía Twitter, quien le había robado el show. Si bien hasta el último gato en Cuba se había enterado, con pruebas irrefutables, del mercenarismo de Dagoberto, lo cierto es que el mundo no lo conocía aun, y esa fue la brecha que Yoani utilizó: todos los sms y twitters que transmitió esa noche solo tenían el propósito de dar promoción internacional a la denuncia cubana y, gracias a Yoani Sánchez, el mundo supo de una quién es el tal Dagoberto Valdés.
Por si fuera poco, al día siguiente ya tenía tema para el próximo post en su blog, en el que ya estaba desvariando sobre el PPG (un comprimido cubano de Policosanol, que inhibe la síntesis del colesterol, y que en su imaginación calenturienta Yoani le atribuye propiedades de estimulante sexual, asociándolo con el Viagra).
“Ya no necesito el Viagra cubano para continuar –se dijo a sí misma la blodeguera–, ya tengo un tema que me estimula”, y la emprendió contra Dagoberto a las dos manos. Así, con ese espíritu concibió su post “Dago en la tele”, en el que comienza diciendo que el programa sobre Dagoberto “rebosa de otro tipo de miseria humana”. Especialmente le molestó ver “el rostro conocido de Dagoberto Valdés acompañado de una descripción de elemento contrarrevolucionario”.
Yoani primero lanza “un grito de júbilo”, se entusiasma, aplaude, lanza una carcajada, pero de pronto se queda pensativa un par de segundos, analiza la conveniencia, los pros y los contras de la denuncia televisiva, y entonces decide que contra Dagoberto “se está cometiendo una lapidación pública en el horario más estelar de la noche”.
¿A qué se refiere la blodeguera con eso de lapidación y denigración? ¿Es acaso mentira que, como ha dicho la TV, Dagoberto Valdés es un reconocido contrarrevolucionario?
¿Por qué Yoani afirma que la televisión difama a Dagoberto Valdés al decir que es un opositor al gobierno cubano? ¿Será que acaso Yoani piensa, y declara, que Dagoberto Valdés es en verdad un revolucionario y un incondicional del gobierno?
Siguiendo la lógica de Yoani, por más desquiciada que parezca, quien difama a Dagoberto es la propia Yoani, que quiere restarle méritos a la hoja de servicios del mercenario a las órdenes de Washington.
Para más y peor –no hay que olvidar que la mentirosa numero uno en Cuba es ella– decide al tiempo azuzar al coco y suelta: “¿Lo irán a meter preso? ¿A fusilar acaso?”.
¿Quién difama, quién miente a mansalva y a contrapelo, impunemente, si no es la propia Yoani Sánchez?
El final de su post es lo mejor, que Yoani no sabrá ni papa de cocina pero sabe al menos que los postres se dejan para el final. Al comienzo de su post alegaba que Dagoberto Valdés estaba siendo “denigrado duramente sin permitírsele el derecho a réplica”, pero en el último párrafo olvida lo que antes dijo y suelta a las tontas y locas: “Dago tiene una página web, un blog y hasta una cuenta en Twitter para decir aquello que le impidieron argumentar en el líbelo oficial. Es un ciudadano con su propio canal de opinión”.
¿En qué quedamos, Yoani? ¿Dagoberto tiene o no una vía para replicar lo que sobre él se diga?
Como se ve, Yoani se dice y se contradice, y va del entusiasmo a la frustración en menos de lo que canta un gallo. Todo porque en la pequeña pantalla la ignoran olímpicamente.
No debería molestarse tanto, y tomarse esos olvidos momentáneos con más calma, que en definitiva ya la televisión anuncia para muy pronto el nuevo título de las Razones de Cuba: “La ciberguerra”.
Quizá en ese capítulo ya pueda la cabermercenaria verse a pantalla completa.

jueves, 10 de marzo de 2011

YOANI SANCHEZ: MEJOR QUE ME CALLE…



Por Ernesto Pérez Castillo

Yoani Sánchez, a la vista de las barbas de su vecino ardiendo hasta la ceniza, anda a las carreras como quien desesperadamente intenta sofocar el incendio de su casa vertiéndole agua con un dedal.
La verdad es que con las recientes revelaciones sobre la “disidencia” no encuentra mejor estrategia de escape que huir hacia delante, como lo demuestra su reciente post “Del zumo de limón al código encriptado”.
Allí comienza mintiendo desde la primera línea, donde pone: “En el último capítulo de la saga orwelliana que ponen en la tele, vimos un joven de rostro atemorizado contando cómo un turista le regaló unos programas de encriptación de datos”.
Con lo de “saga orwelliana” se refiere ella a la serie documental “Las razones de Cuba” que transmite por estos días la televisión cubana, y por una vez lo de orwelliana le ha quedado bien pues, como es conocido (aunque quizá ella no lo sepa), el compañerito George Orwell (que ni siquiera se llamaba así, sino que su nombre real era Eric Blair) tuvo a bien colaborar con la CIA en su momento a través del MI6, el temible servicio de espionaje británico, al que por propia voluntad entregó en 1949 una carta con una lista de treinta y ocho escritores y artistas a quienes acusaba de comunistas y que contenía entre otros el nombre de Charles Chaplin.
El “joven de rostro atemorizado” que menciona Yoani es Dalexis, nada menos que un ingeniero informático que trabajó para la CIA como el agente Alejandro, aunque en realidad era el agente Raúl de la Seguridad del Estado cubana.
Y cuando Yoani habla del “turista” que “regaló unos programas de encriptación de datos” se está refiriendo a Robert Guerra, el actual jefe del plan de agresión cibernética de Freedom House, la misma organización CIA que desde hace décadas sirve de tapadera para operaciones de inteligencia contra Cuba, financiadas por la USAID y la NED.
Fue este Guerra quien en abril pasado habló a nombre de Freedom House en el evento de cíberdisidencia organizado en Texas por el Instituto George W. Bush.
Curiosamente, Robert Guerra es un médico graduado en 1996 en la Universidad de Navarra, en Pamplona, España, la misma universidad de la cual en la actualidad es profesor el señor José Luis Orihuela, que presidió el Jurado del Premio iRedes 2011, recientemente concedido a Yoani Sánchez.
Por si fuera poco, esa misma Universidad de Navarra en diciembre pasado entregó también a Yoani el Premio Internacional Jaime Brunet. Más claro, ni el agua: todo indica que Robert Guerra maneja sus contactos en la Universidad de Navarra para promocionar y financiar a su protegida en La Habana. Como dirían en Sicilia: se non è vero, è ben trovato.
Otra bloguera, la española Rosa Jiménez Cano, publicó hace poco un post sobre Guerra, titulado “De Cuba a Canadá”, donde menciona que: “Desayuné con él, charlamos sobre Cuba, su amiga Yoani y un montón de cosas…”
O sea, para la Yoani, Robert Guerra no es un turista más, sino un “amigo” suyo muy cercano, cosa que fue demostrada con creces cuando el 6 de octubre de 2010 Yoani Sánchez formó aquel famoso arroz con mango sobre el supuesto bloqueo de su cuenta en Twitter y de inmediato Guerra twitteó el siguiente mensaje: “@BabaluVal @yaonisanchez are reporting that posts from Cuba are being censored. @KatieS UR help would be appreciated.”
Esa @KatieS a quien estaba dirigido el mensaje es ni más ni menos que Katie Jacobs Stanton, la cabeza visible de la estrategia internacional del gobierno norteamericano en Twitter y miembro del Equipo de Internet del presidente Barack Hussein Obama II.
Así que para Yoani ahora mismo lo mejor seria mirarse al espejo y aconsejarse a sí misma: “mejor que me calle, que no diga nada”, como dice la canción, pues cada vez que abre la boca remueve el lodazal en el que fatiga sus días la mercenaria.

miércoles, 9 de marzo de 2011

YOANI SÁNCHEZ: QUÉ CLASE DE CORAJE…


Ernesto Pérez Castillo

El gobierno de los Estados Unidos, el mismo que le regaló dos bombas nucleares a los civiles de Hiroshima y Nagasaki y entre las dos ciudades logró el récord de 180 000 muertes instantáneas, el mismo que defolió medio Vietnam con el agente naranja –una mezcla de dos herbicidas hormonales: el 2,4-D y el 2,4,5-T con un alto contenido de tetraclorodibenzodioxina, un cancerígeno que produce malformaciones en los descendientes de las personas expuestas, dejando un total de cuatro millones de víctimas en la tierra de los anamitas–, el mismo que en 1999 sembró el suelo de Kosovo con hasta 35 000 proyectiles calibre 35 mm con 800 gramos de uranio-238 casi puro cada uno, el mismo que mintió alevosamente sobre unas supuestas armas de destrucción masiva en Irak para justificar su invasión al costo de por lo menos un millón de muertos hasta la fecha, el mismo que secuestró cientos de personas en todo el mundo y ordenó el uso de la tortura, el mismo gobierno que todavía hoy incumple su promesa de cerrar en cien días el campo de torturas de Guantánamo y mantiene ilegalmente retenidos allí a 172 personas acusadas de nada, el mismo gobierno que espía al mundo online y en vivo y en directo acaba de regalarle un premio a Yoani Sánchez. Y ella lo agradece, porque se lo merece, y porque ella es parte del equipo.
El asunto, para empezar, apesta. En principio, aunque nadie todavía lo ha dicho, tal desatino representa un conflicto de intereses, pues resulta que el gobierno de los Estados Unidos le ha entregado a la blodeguera un premio por hacer precisamente aquello por lo que le paga.
Yoani, al tiempo de sentirse orgullosa por el hueso que le tira su amo, advierte que como respuesta en La Habana: “Van a usar la televisión pública por la noche, en el horario de máxima audiencia cuando hay 11 millones de cubanos frente a la pantalla, para contar mentiras sobre nosotros”. Esa sola frase vale sobre todo por su grandilocuencia, tan desmedida como su ego… ya quisiera la televisión cubana, aunque fuera por solo media hora, tener una audiencia tal, solo que es imposible que en una isla de 11 millones de personas, todos, a la vez, se sienten frente a la pantalla: ello implicaría tener ante los televisores desde los bebes recién nacidos hasta a aquellos que morirán en el segundo después. Incluso los que hacen la televisión deberían al tiempo estar mirándola, para cumplir con la cifra de Yoani, que debería estar, a su vez, mirando la televisión.
La Yoani, que porque se graduó de filología se cree filóloga aunque nunca de los jamases haya publicado un ensayo o un artículo ni ninguna otra cosa que valga o no la pena, y que porque logra conectar un disco duro a una motherboard se las da de informática, no satisfecha (eso nunca) ahora también la emprende de agorera y vaticina para Cuba: “lo mismo la explosión social puede tardar un año que ocurrir mañana mismo, cuando alguien va a comprar un kilogramo de papas y resulta que ha subido el precio”.
Hay que ser torpe pero muy torpe (y esto no es una ofensa ni un ataque verbal, sino apenas una observación objetiva) para pretender que las revueltas populares de Túnez, Egipto o Libia se puedan reproducir en Cuba a propósito del precio de las papas. La blodeguera nunca ha podido testimoniar peor su visión de los males de la Isla, según su perspectiva un infierno donde lo grave, lo inadmisible, es que escasean los paraguas, la ropa de invierno y los canisteles.
Claro que lo dice en entrevista para la pagina web de las miamenses Radio y TV Martí, que ya en los noventa tanto machacaron con aquella canción de Willy Chirino cuyo estribillo aseguraba “ya vienen llegando” y nunca llegaron, pues los sueños… sueños son, en especial ese de los batistianos que en 1959 huyeron de la Isla con la esperanza puesta en que la revolución sería cosa de tres semanas.
Pero a Yoani, si quiere seguir recibiendo pagos y premios (especialmente premios que camuflan los pagos) no le queda de otra y debe ser repiqueteando hasta el hartazgo con el mismo guión.
Ella, que se la pasa agarrada a golpe y porrazo con el Granma (como si lo que ella hace fuera mejor), ahora en la misma entrevista ha dicho: “recuerdo que cuando estaba en la universidad, una colega mía, filóloga, hizo un estudio sobre la utilización de los verbos en Granma y todos los verbos negativos estaban referidos a noticias internacionales. El mundo de afuera, para Granma, es un desastre y todos los verbos positivos eran sobre temas nacionales”.
Al respecto de ello no hay mucho que decir: esa categorización que ella establece de “verbos positivos y negativos” recuerda lo peorcito del realismo socialista, que después de todo Yoani parece llevar en sangre, al punto que solo desde esa óptica se atreve a mirar el mundo. Yo, por si las moscas, entré a Google, y allí escribí en el buscador: filología “verbos positivos”, y al momento Google me advirtió: La búsqueda de filología "verbos positivos" no obtuvo ningún resultado.
Suerte que es la propia Yoani quien en otra entrevista reciente alerta sobre sus competencias como filóloga: “Confieso también que nunca se me dieron bien las especialidades lingüísticas, la fonética, la fonología y la sintaxis las sobrellevé a pesar de mis gustos.” Si estuviéramos hablando de cocina, sería como hacer un arroz con pollo, pero sin pollo y sin arroz.
Esa lógica explica por qué ahora el Departamento de Estado del Gobierno de los Estados Unidos le entrega el premio Mujer Coraje: es un premio que le regalan precisamente por ser todo lo contrario.

martes, 8 de marzo de 2011

CARTA PRIMERA A ERNESTO PÉREZ CASTILLO

Laidi Fernández de Juan, 25 de enero de 2011

Aun pendiente de comentar otros libros tuyos, empiezo por Bajo la bandera rosa (Letras Cubanas, 2009), tan generosamente obsequiado a quienes participamos en el Encuentro de Narrativa celebrado en La Palma, Pinar del Río, hace apenas unos días. Me niego a decir “narratología” como propuso el organizador, y dejo para más adelante el comentario de la figura a quien fue dedicado el evento, Mandy Abreu.
Los seis cuentos del libro, armado con astucia y efectividad, coinciden en los acercamientos que logras a esa zona geográfica que también es moral: La Habana profunda, sórdida, lastimada por el paso de los años y el resquebrajamiento de muchas arquitecturas, sin que sea reiterativo el abordaje del tema.
La ciudad adquiere caracteres de personaje al ser referencia constante, pero, sobre todo, debido al dúctil modo con que se introduce en las narraciones. Únicamente en las calles de Centro Habana pueden cobrar vida las peripecias narradas por ti, solo allí los personajes no resultan elementos circenses sino que se asumen como verosímiles integrantes de una particular población dentro de la metrópoli, y no puede ser otro el escenario donde han nacido y se desenvuelven los desafortunados personajes de tus historias.
La miseria espiritual y material recreada en las casi cien páginas de Bajo la bandera rosa, sin embargo, no es reflejada con misericordia ni con lástima. Ni siquiera de forma vergonzosa, sino todo lo contrario: Una especie de aceptación del destino y hasta de alegre integración al paisaje se respira en tus cuentos, de manera que se establece la paradoja de un disfrute visceral a pesar de la falta de fortuna. Los personajes son todos, sin excepción, buscadores incansables de mejoras, enamorados perpetuos, cultivadores de la amistad a ultranza, seres que no se dejan ahogar sin antes exigir su derecho al pataleo. Son fuertes contrincantes que hasta el último aliento lanzan sablazos, aunque sean considerados inútiles palos de ciego dada la grisura de sus horizontes.
Además de una entusiasta supervivencia, el movimiento físico es otra constante en estas narraciones: el tránsito por las calles impide sosiego, muchas acciones ocurren durante el traslado de los personajes por las avenidas populosas e infectadas del centro de la ciudad. Asi, Belarmino Acosta (de "En Zanja y Belascoaín") y Mandi (de "Mandi para sus amigos") se mueven en bicicleta por las arterias viales llevándonos con ellos, obligándonos a percibir los olores, los ruidos que se desprenden de la zona, y observamos a través de sus ojos los tejemanejes, los trueques, el carácter ilícito de cuanto negocio se despliega desde que amanece, y el Yeslandi del tercer cuento es conducido dos veces a la Estación de Dragones en una patrulla policial.
Formando una sinusoide, varios personajes van y vuelven en las páginas; admiro tu destreza narrativa para hacerlos regresar cuando ya creíamos haberlos dejado atrás. Es, sin dudas, otro rasgo de movilidad.

"El club de los comemierdas anónimos", segundo cuento del libro, introduce personajes, temas y conflictos que se mantienen luego como ejes fundamentales. Cartaya, quizás el más entrañable de todos los arquetipos, surge y muere en esta narración, pero se acude a él más tarde al pasar, como si no fuera importante ( En "Bajo la bandera rosa"), el Policía Estéreo Seguro (¿una suerte de Mario Conde, cómplice, comprensivo?), surgido también en el cuento que aparece en segundo lugar, se convierte en eje enlazador. Es la figura más constante, quien aparece siempre que se descubre alguna ilegalidad, acto este que sucede con la frecuencia natural que debe esperarse en los ambientes marginales de las narraciones.
A eso me refería cuando hablaba de astucia y efectividad: A la manera en que se mantiene un orden a lo largo del libro, aunque a primera vista parezca la concatenación caprichosa de varios sucesos. El policía a quien ya hice referencia aparece en tres cuentos más (en "Composición con introducción, nudo y desenlace", en "Una vaca menos, una vaca más" y en "Bajo la bandera rosa"), varias veces hay animales o bien protagonizando cuentos o como secundarios naturales; en más de una ocasión un turista (siempre italiano) pierde su billetera con billetes falsos, y provoca situaciones nada hilarantes, y el ambiente marginal, machista, racista, poblado por delincuentes, mujeres prostituidas, desdeñadas y víctimas que engañan y trampean cuanto les sea posible se mantiene en todas las narraciones.
A diferencia de un autor como Jorge Angel Pérez, que recrea agudamente ambientes similares en el magnífico libro En la Habana no son tan elegantes, tú te consagras con mayor ahínco al humor. Parecería difícil describir semejantes entornos con gracia, con sentido de choteo, en fin con humor cubano, pero debo decirte que lo consigues, y que alcanzas altísimos vuelos humorísticos.
La clasificación de los buzos, por ejemplo, es deliciosa (amén de la tragedia que se esconde tras estos ambulantes), las tribulaciones de Ustimenko se convierten en un vía crucis de tanta comicidad que debería ser llevado al cine, la estampa de los pioneros que saludan al protagonista del Desenlace parece salida de la película Bienvenido Mister Marshall, y podrían citarse muchos otros momentos.
Definitivamente, hay imágenes cinematográficas en tu libro, escenas que pueden convertirse en un excelente material audiovisual, de donde saldría una comedia muy de nuestra época. Te lo comento esperanzada, y en el mismo tiempo verbal que utilizas para empezar y terminar "Bajo la bandera rosa".

Ojalá a alguien mucho más práctico que yo se le ocurra una idea semejante. Mientras tanto, recibe la agradecida carcajada de una lectora que seguirá buscando, no lo dudes, nuevos textos salidos de tu mano de buen narrador.

lunes, 7 de marzo de 2011

YOANI SÁNCHEZ SALE DEL CLOSET, OTRA VEZ

Ernesto Pérez Castillo

Hillary Clinton, la perra que ladra y muerde a la vez, ha decidido ir a por todas en el caso de su protegida número uno del lado de acá: la blodeguera Yoani Sánchez. Por ello le entregará mañana de su propia mano el “Premio Internacional Mujeres de Coraje”, creado ni más ni menos que por la Secretaría de Estado.
Entre otras razones, según el comunicado oficial del Departamento de Estado, el trabajo de Yoani “se ha expandido más allá de los blogs, a la formación y asesoramiento a decenas de recién llegados a la blogosfera, a dar voz a los jóvenes cubanos y a establecer dirigentes de la sociedad civil”. Como se ve, ahí queda en blanco y negro que no la premian por su blog, sino por todo lo demás.
Le premian es, y lo dice la Clinton, por entrenar a otros mercenarios en el uso de las armas que la SINA les ha entregado y por el intento de legitimar desde su blog a las figuras de la supuesta disidencia –creada, financiada, entrenada y administrada por el gobierno de los Estados Unidos.
La verdad es que, querámoslo o no, el reconocimiento se lo tiene merecido. Eso de “Mujeres Coraje” –y Yoani que se las da de filóloga lo debe saber– lleva por inercia mental a relacionar de inmediato el tal premiecito con la pieza “Mutter Courage und ihre Kinder”, del dramaturgo alemán Eugen Berthold Friedrich Brechter Han Culen, más conocido él como Bertold Brecht y la pieza casi siempre en español titulada sencillamente “Madre coraje”.
Y es que si algo define bien a la Yoani es precisamente aquella Madre Coraje de Brecht, que en su mejor momento llega a decir: “¡Así es la guerra! ¡Una bonita fuente de ingresos!”
Esa ha sido la luz bajo la cual ha brillado Yoani Sánchez, siempre iluminada por claridad de estar nunca del lado de los buenos –que son los que ganan a la larga–, sino del lado de los que pagan, y que a ella han sabido pagarle sus servicios puntualmente y muy pero que muy bien.
Ahora, dicen, este nuevo premio no lleva billete, pero para que la consentida de Hillary no se ponga brava, le invitan a “un curso profesional de dos semanas en Estados Unidos” y, además, una ONG de San Francisco le donará mil dólares.
Doña Yoani Sánchez, tan noble ella, dice que entregará el dinero al proyecto “Los niños de Carmen y Rey” –otro proyecto creado y financiado por la SINA en La Habana, centrado en la manipulación del dolor de los niños cubanos enfermos de cáncer.
Si tanto le preocupa a Yoani el sufrimiento de esos infantes, ¿por qué entonces, en lugar de posar para las fotos como su benefactora, no le reclama a su madrina Hillary que excluya al menos a esos niños del bloqueo? Sobre todo cuando se sabe que los niños cubanos enfermos no pueden, por ejemplo, completar tratamientos de alta calidad en tumores malignos de la retina porque el criminal bloqueo le impide a Cuba la compra de las placas de yodo radiactivo, y esa misma política es la responsable de numerosas amputaciones de miembros, al prohibir la adquisición de endoprótesis para los niños diagnosticados con tumores malignos en sus huesos.
A fin de cuentas, de qué coraje habla Hillary en el caso de Yoani, como no sea del coraje necesario para fabular secuestros de quince minutos, y de presentar como evidencia videos que no se ven. Hay que ser muy pero que muy corajudo para inventarse una golpiza de la que afirma tener pruebas fotográficas, y luego cerrarle la puerta en las narices a la prensa (y estoy hablando de su propia prensa, la de las agencias extranjeras en La Habana) cuando la visitan para testimoniar las marcas en su propio cuerpo que nadie nunca de los jamases pudo ver.
Como también es mucho el coraje necesario para que la súper perseguida política Yoani Sánchez, a la vista de todos y a plena luz del sol, se gaste en cervezas bucanero el dinero de los contribuyentes norteamericanos, lo cual la convierte de hecho en el canal para que los dólares que le envía Hillary vayan directo y sin escalas a las arcas del gobierno cubano.
Hay una razón, una sola, para que la blodeguera sea merecedora de ese premio, y de cualquier otro que le quieran dar, y es una razón suficiente, pues Yoani Sánchez no será una Mujer de Coraje, pero no caben dudas de que es una farsante del carajo.