miércoles, 30 de marzo de 2011

LAPIDANDO A YOANI SÁNCHEZ, OTRA VEZ…

Ernesto Pérez Castillo

La Yoani, que ha lanzado al viento alaridos y quebrantos porque la televisión cubana la mostró al mundo reuniéndose con funcionarios de la Oficina de Intereses norteamericanos en la Habana (SINA) y con diplomáticos de otros países plegados al mandato de Washington contra Cuba –cosa que ella afirma ser una “lapidación”–, no ha encontrado mejor manera de desmentir el asunto que salir corriendo a besar la mano del ex presidente Jimmy Carter.
Ahora resulta que para la blodeguera, Carter fue “el primer presidente norteamericano contra el que grité una consigna”. Decididamente, esta muchacha fue una niña precoz, y mereció que le entregaran la roja pañoleta de pionera antes que le tocara, pues Carter asumió la presidencia de los Estados Unidos en 1977, y para entonces la Yoani estaba cumpliendo apenas dos añitos… pero bueno, con ella todo puede ser, no hay que olvidar que según ha publicado en su blog, ella vive en el piso catorce, junto a su esposo, desde que tenía nueve años…
En todo caso, ciertamente, para 1980, el momento en que finalmente Yoani se sentó en un pupitre de preescolar, Carter aun era presidente, y como ella afirma, todavía comandaba “las fuerzas armadas de Estados Unidos”. De hecho, su principal movida como tal fue la Operación Garra de Águila, aquel desastroso intento de rescate de los rehenes norteamericanos en Irán, que terminó en el abandono a toda carrera de importantes medios de guerra en el desierto iraní, junto a cinco cadáveres, cuando aparecieron las tropas elites de los Guardianes de la Revolución.
Carter, además, cumple los requisitos mínimos para que la blodeguera le preste su atención. Él también es un ex agente de los servicios de inteligencia norteamericanos, pues su carrera comenzó en la Office of Naval Intelligence, la más antigua de las organizaciones que integran la corporación de inteligencia de los Estados Unidos, y que cuenta entre sus méritos principales el haber estado involucrada en el hundimiento del acorazado Maine el 16 de febrero de 1898, en el puerto de La Habana, pretexto que usó el gobierno yanqui para intervenir en la guerra cubano-española y arrebatarnos aquella independencia, en la que ha sido considerada la primera acción del imperialismo capitalista.
Para colmo, y de su puño y letra, Yoani ha redactado un mensaje que entregó a Carter junto al cucurucho de maní más caro del mundo. Sí, porque eso le entregó al ex presidente, un puñado de granos de maní tostado, a cambio de los 62.24 millones de dólares solicitados por la Casa Blanca al Capitolio para financiar sus políticas contra Cuba durante 2012, sumadas las partidas de la SINA, su oficina rectora en Washington, la USAID y Radio TV Martí.
El gesto de entregarle a Carter un puñado de maní, además de ridículo, muestra otra vez la enorme capacidad de la “disidencia” para la genuflexión y el lamebotismo de alto vuelo. Todo el asunto se basa en que el negocio familiar de los Carter siempre fue el maní, y a la blodeguera no se le ha ocurrido nada más original, para congraciarse con el “americano bueno”, que regalarle leche a la vaca.
Así que ya la Yoani podrá quejarse de que, además de todo lo demás, por la sonrisa boba con que saludó a Carter, ahora en La Habana la van acusar de carterista.

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