viernes, 10 de diciembre de 2010

AL OTRO LADO DE LA PANTALLA DE WIKILEAKS

Ernesto Pérez Castillo

Mientras medio mundo sigue encantadamente dopado con la bobería de Wikileaks –que se ha gastado doscientos mil y más documentos para decir aquello que todo el mundo sabe desde siempre–, la noticia verdadera, la pura y dura y escandalosa verdad, sucede en pleno corazón de Miami, y nadie dice ni esta boca es mía.
Que sí, que ahora las amas de casa han dejado las telenovelas, para seguir la trama de pasión y venganza de Julian Asange, acosado por una sueca que haciéndose la sueca se lo llevó a la cama y ahora pretende llevárselo al banquillo de un tribunal, molesta como está de que a la mañana después el australiano no se dignara a hacerle una llamadita telefónica, pues él estaba muy ocupado, en otra cama ya, y con otra sueca debajo.
Y los maridos de las amas de casa siguen el asunto en vivo en cada noticiario de televisión –a ver si la sueca parece sueca o no– y en cada periódico, pero ni una sola página ha salido de las imprentas con el suceso del otro jueves, porque ni Asange ni nadie lo comentó.
Ah, pero al menos El Nuevo Herald, que se la pasa cuesta abajo en la rodada, lo anunció: “Orlando Bosch presentará hoy jueves su libro de memorias Los años que he vivido”. Y lo mejor es que la presentación tuvo lugar, y para colmo, en el Koubek Center, una dependencia de la Universidad de Miami.
Para que quien no sepa quién es Bosch no se enteré nunca jamás, el Herald lo presenta como “un médico de 83 años”.
Este “médico” es responsable junto a Posada Carriles, entre otros crímenes –según prueban documentos desclasificados del FBI–, de la muerte de 73 personas, al estallar dos bombas en el avión en que regresaban a Cuba, en octubre de 1976.
Pues estos dos asesinos aparecen ahora abrazados en las fotos de ocasión, y no se arma un escándalo, ni nadie los detiene, ni siquiera aparecen en la página social de los periódicos, aunque en la crónica roja irían mejor.
Así las cosas, cosas de Miami, a pocas semanas de que Bush presentara su libro de memorias, donde intenta justificar cada una de sus torpes y criminales decisiones, ahora Bosch le hace la competencia, y se inventa un libro a su vez.
Hasta donde se sabe, en su libro Bosch escribe: “el estado totalitario de Castro es mucho más terrorista que todos los grupos anti-castro juntos”, lo cual al menos vale tanto como confesar nuevamente, otra y otra vez, que todos esos grupos no son sino comandos de terroristas.

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