martes, 28 de julio de 2009

LOS ELEFANTES Y LA FELICIDAD Por Ernesto Pérez Castillo


Como los elefantes saben de su buena memoria, de su bendita capacidad para olvidarlo todo, usan sus trucos de tanto en tanto, porque a los elefantes les gusta olvidar, pero les duele ser olvidados.
Por eso se empeñan en rituales inútiles: le dicen una y otra vez y otra vez a su elefanta –a su elefanto– que le extrañan, que le quieren, que quieren vivir la vida entera con él, con ella, que quieren tener elefantitas y elefantitos. Ese es el truco más torpe, porque la vida entera de los elefantes dura un segundo, el segundo en que son felices y que nunca más recordarán.
La vida entera de este elefanto ocurrió una mañana en que estaba mirando un paisaje, el mismo de todos sus días, donde no había un río ni nada, pero lo miraba esta vez como si fuera la primera vez, como siempre miran los elefantes, y de pronto alguien le llamó, y olvidó el paisaje y acudió a la voz que lo voceaba.
Era otro elefante, que le entregó una flor y le dijo que una elefanta había llegado hasta allí, le encargó entregarle esa flor en su nombre –sin su nombre decir– y se había ido corriendo, a la manera cómica que tienen las elefantas de correr cuando hacen una picardía.
Ahí el elefanto fue muy muy feliz, tan feliz como no recordaba haberlo sido nunca, y miró otra vez hacia el paisaje, y le pareció ver entre el follaje a su elefanta corriendo, riendo, alejándose feliz.
El elefanto ya olvidó aquella mañana, ya olvidó aquella flor, pero todos los días de su vida, cuando mira ese paisaje, siente un vibrar dentro de sí –el de la tierra estremecida por el correr de la elefanta pícara–, y sueña con una elefanta corriendo, sueña que una elefanta le deja a escondidas una flor. Y olvida y olvida y olvida su sueño imposible. Pero sabe que ese paisaje le gusta porque sueña que allí una mañana fue feliz.

2 comentarios:

osloduele dijo...

Amo a los cronopios y he comienzo a amar a tus elefantes.

Ernesto Perez Castillo dijo...

son muy amables los elefantes... por eso puedo vivir con tantos dentro de mi...