Por Ernesto Pérez Castillo
Otra vez en España se equivocan de palmo a palmo con Cuba. Resulta que ahora se han fabricado una “Plataforma de Españoles por la Democratización de Cuba”, que estrenaran con sitio web incluido –¡por supuesto!–, para “servir de acicate para la movilización de la sociedad española en apoyo al proceso de democratización…”, y bla bla bla… y ya hasta circula una nueva carta –¡otra más!– para la nueva moda de modas: recoger firmas contra nuestra Isla.
Antes, cuando el eufemismo “democratizar” aun no se había inventado, y no firmaban cartas porque la mayoría de los españoles eran analfabetos, usaban la palabra “civilizar”, e incluso “cristianizar”, y como no tenían todavía las www a mano, usaban el látigo, la espada, el cepo, la horca y el garrote vil, y así lograron lo que lograron: el genocidio que no concluyó hasta el exterminio total de todos y cada uno de los nativos de esta, la tierra más hermosa que ojos humanos vieron.
Hoy por hoy se sabe muy claro qué se entiende en este mundo por democratizar: ahí esta a la vista el ejemplo doloroso y elocuente de Irak y Afganistán, dos países vueltos nada a base de bombas inteligentes y uranio empobrecido, todo con la entusiasta ayuda del gobierno español y sus tropas sobre el terreno.
¿Y cuál es ese dichoso empeño español por democratizar a Cuba? ¿Por qué mejor no se concentran, a ver, para empezar, en democratizar la propia España?
¿Por qué no meten mano a firmar cartas, y abrir sitios web, y formar la pataleta, por una vez, para resolver sus propios rollos? Por ejemplo, podrían tratar de deshacer la impunidad de los crímenes que dejó la dictadura del General Franco, que no solo asesinó a mansalva a los españoles, sino que obligó al silencio sobre ello después, y encima impuso tras él la monarquía, con ese rey que se sacó del congelador en el momento oportuno. Y hoy los asesinos, y sus hijos y nietos, siguen dictando en España qué está bien y qué esta mal.
Lo ilógico, lo ridículo del asunto, es que la derecha española no acaba de despertar y abrir los ojos a la realidad. Cuba no es una provincia española, ¿es que no se acaban de enterar?
Aquí ya perdieron la guerra, y la perdieron hace mucho, hace más de cien años. Y para colmo, en el orgullo obtuso de no aceptar esa derrota que tanto les humillaba –perder su guerra contra una pila de negros a punta de machete–prefirieron rendirse a sus amos desde entonces, los Estados Unidos. Y desde ahí mismo, desde Washington, les siguen tironeando de las orejas hoy, como carne de cañón contra Cuba.
Ayer, en ese ayer tan lejano en que la derecha española vive todavía hoy, tenían una estrategia para su guerra en Cuba: “hasta el ultimo hombre, y la última peseta”. Ahora siguen con la misma idea, pero al parecer se les acabaron los hombres ya, y por eso para la batalla contra Cuba se esconden bajo las faldas de las “Damas de blanco” y de la Yoani, la blodeguera profesional, a quienes empujan a hacerles el trabajo sucio por las pesetas que en medio de la crisis les consiguen mandar.
Y hablando de la crisis… si quieren concientizar a la sociedad española sobre algo, por allí cerquita, muy a mano, en Pozuelo de Alarcón, tienen un buen caso del cual se pudieran ocupar: Doney, el inmigrante colombiano que lleva más de setenta días sobre los fríos hierros de una grúa, a cuarenta metros de altura, reclamando se les pague a él y sus compañeros lo que se les deben, en una protesta que comenzaron sus compañeros desde febrero, y que la CNN, El País, El Mundo, El Nuevo Herald y la BBC han tenido a bien silenciar.
Y en ese silencio intencionado, convenido y conveniente, pareciera que lo mejor es hacerse el chivo con tontera, y bailar el son de las trompetas de la derecha fascista. Que sí, que basta ya de disculpar a quienes antes posaron a la izquierda y ahora firman tantas y tantas cartas contra Cuba, y pensar ingenuamente que están confundidos o que no saben lo que firman, o mil excusas más que después tendrán.
Ya veremos a otros tantos, posando felices en las fotos junto al indeseable y mentiroso de Aznar, que en su dizque Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, prepara también para estos días un “homenaje a los demócratas cubanos”, y piensa hacerlo nada más y nada menos que en el momento de la cumbre entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe, a la que varios mandatarios de verdad, no lamebotas imperiales como Aznar, han advertido que no irán si asiste el presidente que en Honduras impusieron los golpistas.
Por lo pronto, ya lo saben, con Cuba no valen carticas. Con Cuba tendrán que atreverse de verdad. Que aquí tenemos los machetes, y tenemos todo lo demás.
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