miércoles, 23 de junio de 2010

DEMOCRACIA

Ernesto Pérez Castillo

Los que estén de acuerdo, y para que conste, que así lo expresen levantando una mano. Los que estén en contra, que levanten las dos manos de una vez.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya que tanto te interesa lo que escribe Yoani, intenta desarticular alguna de sus preguntas a Raúl Castro. Ante esto no puedes hacer nada, solo mutis.
Preguntas a Raúl Castro, presidente de Cuba:
1. ¿Qué influencias negativas podría tener sobre la estructura ideológica de la revolución cubana, un eventual mejoramiento de las relaciones con los Estados Unidos?

2. Usted ha manifestado en varias ocasiones su voluntad de dialogar con el gobierno norteamericano. ¿Está usted solo en ese propósito? ¿Ha tenido que discutir con el resto de los miembros del Buró político para convencerlos de que es necesario dialogar? ¿Coincide su hermano Fidel Castro en ponerle fin al conflicto entre ambos gobiernos?

3. Sentado usted en una mesa frente a Obama ¿Cuáles serían las tres principales conquistas que desearía obtener en esa conversación? ¿Cuáles cree usted que serían las tres conquistas que podría obtener la parte norteamericana?

4. ¿Puede enumerar las ventajas concretas que tendría el pueblo cubano en el presente y en el futuro, si se terminara este dilatado diferendo entre ambos gobiernos?

5. Si la parte norteamericana quisiera incluir en una ronda de negociaciones a la comunidad cubana en el exilio, a los miembros de los partidos de oposición dentro de la Isla y a representantes de la sociedad civil. ¿Aceptaría usted esa propuesta?

6. ¿Considera usted que existe una posibilidad real de que el actual gobierno de los Estados Unidos opte por el uso de la fuerza militar contra Cuba?

7. ¿Invitaría usted a Obama a visitar Cuba, como muestra de buena voluntad?
Preguntas a Barack Obama, presidente de Estados Unidos:
1. Durante mucho tiempo el tema de Cuba ha estado presente tanto en la política exterior de los Estados Unidos, como entre las preocupaciones domésticas, especialmente por la existencia de una gran comunidad cubano-americana. Desde su punto de vista ¿En cuál de los dos terrenos debe ubicarse este asunto?

2. . En el caso de que existiera, por parte de su gobierno, una voluntad de dar por terminado el diferendo, ¿Pasaría eso por reconocer la legitimidad del actual gobierno de Raúl Castro, como único interlocutor válido en unas eventuales conversaciones?

3. ¿Ha renunciado el gobierno de Estados Unidos al uso de la fuerza militar, como forma de dar por terminado el diferendo?
4. Raúl Castro ha dicho públicamente estar dispuesto a dialogar sobre todos los temas, con el único requisito del respeto mutuo y la igualdad de condiciones. ¿Le parecen a usted desmedidas estas exigencias? ¿Cuáles serían las condiciones previas que impondría su gobierno para iniciar un diálogo?
5. ¿Qué participación podrían tener los cubanos del exilio, los grupos de oposición interna y la emergente sociedad civil cubana en ese hipotético diálogo?

6. Usted es un hombre que apuesta por el desarrollo de nuevas tecnologías de comunicación e información. Sin embargo lo cubanos seguimos con muchas limitaciones para acceder a Internet. ¿Cuánta responsabilidad tiene en eso el bloqueo norteamericano hacia Cuba y cuánta el gobierno cubano?

7.
¿Estaría dispuesto a visitar nuestro país?

Anónimo dijo...

Respuesta de Barack Obama a Yoani Sánchez
Presidente Barack Obama: Agradezco esta oportunidad que me brindas para compartir impresiones contigo y con tus lectores en Cuba y en el mundo, y aprovecho para felicitarte por el premio María Moore Cabot de la Escuela Graduada de Periodismo de la Universidad de Columbia que recibiste por promover el entendimiento mutuo en las Américas mediante tus reportajes. Me decepcionó que se te impidiera viajar para recibir el premio en persona.
Tu blog ofrece al mundo una ventana particular a las realidades de la vida cotidiana en Cuba. Es revelador que el internet les haya ofrecido a ti y a otros valientes blogueros cubanos con un medio tan libre de expresión, y aplaudo estos esfuerzos colectivos para apoderar a sus compatriotas para expresarse a través de la tecnología. El gobierno y el pueblo estadounidense nos unimos a todos ustedes en anticipación del día que todos los cubanos puedan expresarse libre y públicamente sin miedo ni represalias.
Todos los asuntos de política exterior tienen componentes domésticos, especialmente aquéllos que conciernen países vecinos como Cuba, de donde provienen muchos emigrantes radicados en los Estados Unidos, y con la que tenemos una larga historia de vínculos. Nuestros compromisos de proteger y apoyar la libre expresión, los derechos humanos y un estado de derecho democrático tanto en nuestro país como en el mundo también rebasan las demarcaciones entre lo que es política doméstica y exterior. Además de todo esto, muchos de los retos que comparten nuestros países, como la migración, el narcotráfico y el manejo de la economía, son asuntos tanto domésticos como foráneos. En fin, las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos han de ser vistas dentro de un contexto tanto doméstico como exterior.
Como he dicho antes, mi administración está lista para establecer lazos con el gobierno cubano en un número de áreas de mutuo interés, como hemos hecho en las conversaciones migratorias y sobre correo directo. También me propongo facilitar mayor contacto con el pueblo cubano, especialmente entre familias que están divididas, algo que he hecho con la eliminación de restricciones a visitas familiares y a remesas. Queremos establecer vínculos también con cubanos que están fuera del ámbito gubernamental, como lo hacemos en todo el mundo. Está claro que la palabra del gobierno no es la única que cuenta en Cuba. Aprovechamos toda oportunidad para interactuar con todos los renglones de la sociedad cubana, y miramos hacia un futuro en que el gobierno refleje expresamente las voluntades del pueblo cubano.
Estados Unidos no tiene intención alguna de utilizar fuerza militar en Cuba. Lo que Estados Unidos apoya en Cuba es un mayor respeto a los derechos humanos y a las libertades políticas y económicas, y se une a las esperanzas de que el gobierno responda a las aspiraciones de su gente de disfrutar de la democracia y de poder determinar el futuro de Cuba libremente. Sólo los cubanos son capaces de promover un cambio positivo en Cuba, y esperamos que pronto puedan ejercer estas facultades de manera plena.

Llevo tiempo diciendo que es hora de aplicar una diplomacia directa y sin condiciones, sea con amigos o enemigos. Sin embargo, hablar por aquello de hablar no es lo que me interesa. En el caso de Cuba, el uso de la diplomacia debería resultar en mayores oportunidades para promover nuestros intereses y las libertades del pueblo cubano.